Por Pablo Cañarte, coordinador general Fundación Geoglifos de Tarapacá. * Columna de opinión publicada el 6 de diciembre de 2021, en La Estrella de Iquique.
En el imaginario colectivo de los tarapaqueños de hoy y el pasado, conviven las fiestas religiosas, la omnipresencia del mar, la amistad de los oasis, el pasado salitrero, la actual Gran Minería, sus magníficos bienes culturales incluyendo el mensaje único y silencioso de los geoglifos. Todo ello conforma la esencia de su identidad.
Visitar las misteriosas figuras de Pintados, Tiliviche, el Gigante de Tarapacá o las Líneas de Ariquilda en Huara, Pica, Matilla, Pisagua, Huatacondo o La Huayca, son destinos únicos, especialmente de los visitantes extranjeros.
Existen pocos lugares en el mundo con geoglifos y en Sudamérica solo en Perú y Chile se encuentran en el desierto. Los de Tarapacá son excepcionales y solo proceden al Patrimonio de la Humanidad de los célebres Geoglifos de Nazca y Palpa en Perú. Esto es un incentivo que, aparte de enorgullecernos, debería incluir el entusiasmo por conocerlos.
Este único y misterioso arte rupestre, de los pueblos originarios de hace miles de 1000, fue reconocido y admirado por exploradores, aventureros, científicos y comerciantes que, desde una temprana historia, visitaron estas tierras. Ingleses, norteamericanos y alemanes se maravillaron con estas obras de arte y las expusieron en congresos y publicaciones científicas en Europa. John Blake fue uno de ellos y los describe en 1843. Más tarde hace lo propio William Bollaert registrando geoglifos cercanos a los actuales de Pintados. David Forbes en 1870, replica un gran camélido y círculos, cerca del actual patrimonio mundial de Humberstone y Santa Laura. En 1884, el historiador peruano Modesto Basadre y Chocano destaca la importancia de los Geoglifos de Sierra Pintados como uno de los lugares más importantes de Tarapacá. En 1906 el geólogo alemán Carlos Alberto Plageman presentó las primeras fotografías de los Geoglifos de Pintados en el Congreso de Americanistas de Stuttgart, Alemania.
Hoy el objetivo principal de la Fundación Geoglifos de Tarapacá busca el espacio mundial donde mostrar, potenciar y resguardar esta valiosa herencia cultural a la cual muchos chilenos viven de espaldas.