Pampa del Tamarugal: ejemplo internacional de forestación

Por Juan Ignacio Boudon, director regional de CONAF y director de Fundación Geoglifos de Tarapacá. *Columna de opinión publicada el 20 de diciembre de 2021, en La Estrella de Iquique.

En las primeras décadas del siglo XX, el panorama que presentaba la Pampa del Tamarugal era muy diferente al bosque o valle de tamarugos y algarrobos que describían antiguos cronistas, que escribían al respecto: «Y esos bosques tan densos y frondosos, que hoy parecen cosa de fábula, fueron desapareciendo en obsequio de las industrias».

Incorporada esta zona a la administración chilena, luego de la Guerra del Pacífico, el país siguió desarrollando la actividad salitrera. No obstante, paulatinamente se hicieron esfuerzos de reforestación para revertir la devastación de los bosques. A partir de 1920 y hasta 1946, se realizaron las primeras plantaciones de tamarugos y algarrobos. Junto a ello, fue surgiendo la visión de que los recursos forestales formaban parte de una economía integral, reconociendo la multiproposidad de las especies.

Fue así que en 1963, a través de CORFO, se inició un programa para reforestar la pampa con tamarugos y algarrobos. Desde el año 1965 a 1970 se forestaron 13.814 hectáreas distribuidas en los salares de Refresco, Bellavista y Zapiga, sumando más de 22 mil las hectáreas plantadas entre iniciativas particulares y estatales.

Con el objetivo de conservar los relictos de bosques nativos junto a su biodiversidad asociada y garantizar un manejo sustentable de las plantaciones, en 1987 se creó la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal. Desde entonces, esta área silvestre protegida que alberga la mayor plantación de especies nativas del país, ha sido un ejemplo en protección ambiental.

Esta experiencia regional ha sido observada con interés por China y hoy se avanza en un acuerdo de cooperación entre ambas naciones con la finalidad de avanzar en iniciativas como ésta para trabajar en el control de la desertificación, la conservación y rehabilitación ecológica como medidas para combatir el cambio climático. Esta futura alianza internacional que se anuncia en la semana en que esta unidad cumple 34 años, nos impulsa a seguir trabajando por la senda de la preservación de nuestros recursos naturales y en proteger el mayor patrimonio ambiental presente en la Pampa del Tamarugal.

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